Durante la práctica de Yoga siempre respiramos a través de la nariz, por eso puede que te sorprenda que en algunas técnicas de pranayama se pida hacerlo a través de la boca.
Tanto la boca como la nariz tienen determinados efectos y beneficios que podemos aprovechar a la hora de transformar nuestra energía, y por ello vamos a dedicar este episodio a conocerlos en detalle.
Descubrirás qué te aporta cada una, y realizaremos juntos una meditación en nuestro propio prana, que te llenará de salud, juventud y vitalidad. ¡No te la pierdas!
Contenido:
- Diferencias de respirar por la boca o por la nariz. Minuto 13:11
- Velocidad
- Filtro y purificación
- Desintoxicación e hidratación
- Estimulación glandular
- Conexión con los chakras
- Activación de los canales de energía
- Meditación en tu propio prana. Minuto 26:24
Transcripción
Sois muchos los que me seguís preguntando qué diferencia hay entre respirar por la nariz o por la boca, y por qué en la práctica unas veces se pide un tipo de respiración y otras veces otro.
Ya hablamos de ello en el episodio número 55, dedicado a la respiración por la boca, en él comentamos alguna diferencia, pero sobre todo explicamos los beneficios y efectos de respirar por ella. Así que hoy vamos a retomar el tema, pero en este caso vamos a entrar más en detalle en todas las diferencias.
Aunque antes de ponernos con ello, quiero recordarte que los beneficios de los que hablamos en el episodio 55, así como los que vamos a ver hoy de la respiración a través de la boca, son para buscarlos de forma puntual, ya que lo más saludable en términos generales es respirar a través de la nariz.
Por eso si en una meditación o en un kriya aparece cierto tipo de respiración por la boca, no debes preocuparte, sólo tienes que seguir las instrucciones y es totalmente seguro. Pero de forma general, si no se indica nada, en toda práctica de yoga se inhala y exhala a través de la nariz. Y esto es algo que deberías llevarte también a tu vida cotidiana.
Para ello debes prestar atención, porque normalmente tenemos el hábito de respirar por la boca, y lo hacemos sin darnos cuenta. Pero el trabajo que buscamos desde el yoga es precisamente ese, reconocer todos los patrones que repetimos de forma inconsciente, para poder modificarlos y acercarnos más al equilibrio y bienestar.
Y deberás hacer un esfuerzo especial también si practicas o has practicado pilates, ya que ahí se inhala por la nariz y se exhala por la boca. No hay nada de malo en ello, simplemente no funciona así en Yoga. Así que de nuevo tenemos que salir de los hábitos y del piloto automático para ser conscientes de lo que hacemos en realidad y de lo que necesitamos en cada momento.
Diferencia de respirar por la boca y la nariz
La nariz es el órgano principal para la respiración, y está diseñada específicamente para llevar a cabo esta función. Cuando respiramos por la nariz, el aire pasa por los pelos y los cilios, que actúan como filtros y ayudan a eliminar partículas nocivas, polvo y microorganismos del aire antes de que lleguen a los pulmones. También calienta y humedece el aire, lo que es beneficioso para los pulmones y las vías respiratorias.
Respirar por la boca es más común en situaciones donde la nariz no puede proporcionar suficiente flujo de aire, como durante actividades físicas intensas o cuando las vías nasales están bloqueadas debido a alergias, resfriados o problemas nasales. Sin embargo, la respiración oral no filtra ni humidifica el aire de la misma manera que la nariz, lo que puede permitir que más partículas lleguen a los pulmones y las vías respiratorias y generar problemas.
La respiración oral crónica puede estar relacionada con algunos problemas de salud, como sequedad bucal, mal aliento, irritación de garganta y labios agrietados. Además, respirar por la boca durante el sueño suele asociarse con los ronquidos y con el síndrome de apnea del sueño, que es una afección en la que la persona deja de respirar brevemente mientras duerme.
Y además, algo que he descubierto mientras preparaba este episodio es que en los niños pequeños, la respiración prolongada a través de la boca puede influir en el desarrollo de su cara y de la estructura de la boca, provocando una mordida incorrecta, una mandíbula inferior más estrecha y dientes mal alineados. Esto se debe a que la posición de la lengua y la forma en que respiran pueden afectar al crecimiento facial.
Por eso es tan importante lo que te comentaba de mantener de forma habitual la respiración a través de la nariz, y sólo en casos puntuales recurrir a la boca, buscando un efecto concreto en nuestra energía.
De este modo vamos a ver qué diferencias y resultados tenemos con estas dos formas de respirar.
Velocidad
El primer punto que vamos a tratar es la velocidad, ya que es un aspecto determinante y afecta de forma muy directa a tu energía. En este caso tiene que ver con la superficie de apertura.
Las fosas nasales son las aberturas a través de las cuales respiramos por la nariz. Están revestidas de tejido mucoso y cuentan con una estructura más estrecha y compleja en comparación con la boca. Esta estrechez de las fosas nasales conduce a una mayor resistencia al flujo de aire que entra durante la inhalación. Además, cuando el aire pasa por las fosas nasales, el camino que recorre es más largo y estrecho, lo que ralentiza su velocidad.
Dicha ralentización permite que el aire se caliente y se humedezca, preparándolo para ingresar a los pulmones a una temperatura más adecuada y sin secar las delicadas membranas de las vías respiratorias.
La boca, en comparación con las fosas nasales, presenta una apertura más grande y menos estructura interna que facilite la resistencia al flujo de aire. Al inhalar por la boca, el camino que el aire recorre es más corto y ancho, lo que permite que entre más rápidamente en los pulmones. La falta de estructuras especializadas, como los pelos y cilios presentes en las fosas nasales, también significa que la boca no filtra ni humidifica el aire de la misma manera.
Por lo que debido a la diferencia en la superficie y estructura, la velocidad con la que el aire entra en los pulmones durante la inhalación es mayor cuando se respira por la boca en comparación con la respiración nasal. La respiración oral es más rápida y permite un mayor flujo de aire, lo que puede ser útil en situaciones que requieren una rápida entrada de oxígeno, como durante actividades físicas intensas o situaciones de estrés.
Puedes imaginarlo como si inhalar a través de la nariz fuera como beber por una pajita, y a través de la boca directamente del vaso. Si estás muy sediento o deshidratado no creo que de forma natural te dé por beber a través de una pajita, por lo que siempre está bien tener la otra opción, eso sí, con cuidado.
Purificación
La nariz, además de su función principal de permitir el paso del aire hacia los pulmones, está equipada con una serie de mecanismos de protección que son esenciales para mantener nuestras vías respiratorias y pulmones saludables.
Uno de los aspectos más destacados de la estructura nasal son los pequeños pelos que recubren las paredes internas de las fosas nasales. Se llaman cilios vibrátiles, y son estructuras muy finas y móviles que se encuentran en las células del revestimiento nasal.
Cuando inhalamos, el aire que accede por las fosas nasales entra en contacto con estos vellos y cilios. Su principal función es actuar como filtros naturales para el aire, atrapando partículas dañinas como polvo, polen, esporas de moho y microorganismos como bacterias y virus. Estas partículas que están suspendidas en el aire son capturadas por los cilios, quedando adheridas a su superficie pegajosa.
Una vez que las partículas quedan atrapadas en los cilios, éstos comienzan a moverse de manera rítmica y coordinada, y con un movimiento en forma de ondas impulsan las partículas hacia las aberturas nasales o hacia la garganta, donde se pueden tragar o expulsar mediante la tos o el estornudo. De esta forma, el sistema nasal funciona como un sistema de defensa muy eficaz para evitar que estas partículas ingresen directamente a los pulmones.
Esta función protectora es vital para prevenir la irritación y posibles infecciones respiratorias, ya que si las partículas nocivas llegan a los pulmones, pueden provocar inflamación y daño en las vías respiratorias, lo que aumenta el riesgo de enfermedades como bronquitis o neumonía y empeora condiciones crónicas como el asma.
Y todo este trabajo tan importante y beneficioso desaparece al respirar por la boca, ya que a través de ella el aire va directamente a los pulmones sin pasar por ningún sistema de filtro ni protección.
Desintoxicación e hidratación
Hasta ahora nos estamos refiriendo a la inhalación, ahora vamos a ver los efectos en la exhalación, porque tienen que ver con la desintoxicación y la hidratación, algo que no siempre tenemos en cuenta al hablar de la respiración.
La exhalación a través de la nariz tiene un impacto importante en la regulación de la pérdida de agua del cuerpo. Debido a que su estructura es más larga y los orificios de las fosas nasales son más pequeños, el aire tiene que recorrer un camino más extenso antes de ser exhalado.
Esta característica desempeña un papel fundamental en la conservación de la humedad interna. Ya que a medida que el aire viaja a lo largo de la nariz, tiene más tiempo para interactuar con las membranas mucosas y las estructuras que humidifican y retienen la humedad. Como resultado, la cantidad de agua que se pierde al exhalar por la nariz es menor en comparación a hacerlo por la boca.
Este mecanismo de retención de humedad es especialmente valioso en situaciones en las que el cuerpo necesita conservar el agua, como en ambientes secos o durante la actividad física intensa.
A su vez, la exhalación por la boca tiene un efecto particular en el proceso de desintoxicación del cuerpo. Al respirar por la boca, el aire entra en contacto directo con las membranas mucosas de la cavidad bucal y la garganta, que tienen la capacidad de liberar ciertas toxinas y compuestos volátiles. Esta es una de las razones por las que la respiración oral puede tener un efecto refrescante o limpiador, y a menudo la empleamos en el yoga y la meditación.
Sin embargo, al hilo de lo anterior, esta eliminación de toxinas a través de la respiración también puede estar acompañada de una mayor pérdida de agua, ya que el proceso de exhalación oral contribuye a una mayor evaporación del agua de la boca y la garganta, lo que hace que sientas sequedad en estas zonas.
De nuevo no hay nada de malo en ello si se es consciente de esta situación. Por ello se recomienda beber más agua cuando respires a través de la boca en tus prácticas de forma intencionada, así apoyarás el proceso de desintoxicación a la vez que mantienes un equilibrio hídrico adecuado, compensando la pérdida de agua y favoreciendo la eliminación de toxinas de manera más efectiva.
Estimulación glandular
Ya hemos visto a lo largo de este podcast cómo la respiración va mucho más allá del mero intercambio de gases. La entrada de aire a través de las fosas nasales no sólo cumple la función de llevar oxígeno a los pulmones, sino que también tiene efectos sutiles en el cuerpo. Uno de ellos es que el aire que entra por las fosas nasales pasa cerca de la glándula pituitaria, una estructura importante ubicada en la base del cerebro. Esta cercanía crea una vía de interacción entre el aire inhalado y la glándula pituitaria.
Esta glándula está asociada al sexto chakra y es conocida como la «glándula maestra» debido a su papel crucial en la regulación de muchas funciones corporales a través de la secreción de hormonas. Durante la inhalación el flujo del aire la estimula suavemente, beneficiando y ayudando a regular el sistema endocrino. Se trata de una estimulación suave y delicada, pero aún así es capaz de contribuir a mantener el equilibrio hormonal en el cuerpo y a promover su funcionamiento óptimo.
En contraste con la respiración a través de la nariz, la respiración por la boca presenta una vía de entrada de aire menos directa hacia la glándula pituitaria. La amplitud y la ruta del flujo de aire son diferentes, por lo que la estimulación de la glándula es mucho menor.
Puede que pienses que esto es algo anecdótico, pero la glándula pituitaria juega un papel vital en la regulación del crecimiento, el metabolismo, la función sexual, la producción de hormonas tiroideas y muchas otras actividades hormonales. Por lo tanto, cualquier diferencia en la estimulación de esta glándula puede afectar al equilibrio hormonal del cuerpo.
Conexión con los chakras
En términos de energía cuando respiramos por la nariz, se cree que hay una mayor conexión con los chakras superiores, que incluyen el chakra de la garganta, el chakra del tercer ojo y el chakra de la corona. Estos chakras están asociados con la comunicación, la intuición, la espiritualidad y la conexión con lo divino. La respiración nasal se considera una forma de canalizar y equilibrar la energía en estas áreas, con un efecto muy positivo en la claridad mental, la expresión creativa y el desarrollo espiritual.
Por otro lado, la respiración por la boca se ha relacionado con la activación de los tres primeros chakras. Estos centros están ubicados en la parte inferior del cuerpo y se asocian con cuestiones fundamentales como la supervivencia, la seguridad, la creatividad, la sexualidad y el poder personal. La respiración bucal se considera una manera de estimular y equilibrar la energía en estas áreas, pudiendo influir en la confianza en uno mismo, la vitalidad física y las interacciones emocionales.
De ahí que nos ayude cuando necesitamos un aporte extra de energía haciendo ejercicio o cuando queremos soltar la tensión. Piensa en un actor o atleta, soltando un suspiro antes de comenzar. Puede que este aspecto explique por qué en la práctica de pilates se exhala a través de la nariz, ya que pilates se centra por completo en trabajar el tercer chakra, pero esto es una opinión personal, si tú tienes algo más de información por favor déjamelo en los comentarios.
Activación de los canales de energía
Y continuando con la parte energética, ya hemos hablado muchas veces de las nadis o canales a través de los que discurre el prana. Dos de los más importantes son «Ida» y «Pingala», que discurren a lo largo de la columna vertebral y están interconectados con los chakras. Estos canales son considerados esenciales para el flujo y el equilibrio de la energía vital o prana.
Ida se asocia con energía más fresca, receptiva y lunar, mientras que Pingala está relacionado con energía más cálida, activa y solar. Esto hace que tengan gran influencia en la mente, las emociones y la salud general.
El Yoga nos enseña que Ida y Pingala terminan en las fosas nasales, lo que vincula directamente la actividad de la respiración nasal con la energía que fluye a través de estos canales. Al inhalar y exhalar a través de las fosas nasales, el aire entra en contacto con las terminaciones de las nadis, estimulando y equilibrando estos canales energéticos.
Por lo que al respirar por la nariz, especialmente si lo hacemos de forma consciente y enfocada, activamos la energía de Ida y Pingala. De hecho ya hemos hablado de cómo la inhalación a través de una fosa nasal específica puede enfocar, dirigir y transformar tu energía.
No voy a detenerme en ello porque le hemos dedicado episodios enteros, así que si es un tema que te interesa y quieres profundizar más en él te recomiendo volver al episodio número 22 para conocer más sobre las nadis, y al número 40 para saber más sobre el lado dominante de la respiración.
Meditación en tu propio prana
- Para abrir el espacio: siéntate con la espalda recta, coloca las manos en el mudra de plegaria y canta 3 veces Ong Namo Guru Dev Namo.
- Postura: sentado en postura Fácil (Sukhasana), con las piernas cruzadas y la espalda recta, vas a colocar las manos por delante de ti a la altura del diafragma, de forma que en cada una de ellas mantienes el dedo índice extendido, y el resto cerrados en un puño, sujetos con el pulgar. El dedo índice derecho apoya sobre el izquierdo, haciendo que entre en contacto el segmento central de cada dedo. De este modo la mano derecha queda por encima con la palma hacia abajo y la izquierda al contrario. Los dedos índice se mantienen paralelos al suelo.
- Respiración: inhala de forma completa a través de la nariz y exhala lentamente a través de la boca. Asegúrate de no silbar con la exhalación, deberías sentir el aire expulsado en la punta de los dedos índice.
- Ojos: abiertos, mirando hacia donde quieras.
- Tiempo: 11 minutos.
- Para terminar: inhala profundo y sostén durante 10 segundos mientras entrelazas las manos y estiras los brazos por encima de la cabeza, alargando todo lo que puedas. Exhala y vuelve a sostener el aire fuera 10 segundos mientras continúas estirando. Inhala una vez más, sostén 10 segundos alargando la columna y los brazos hacia arriba. Después exhala y relaja deshaciendo la postura.
- Para cerrar el espacio: recita el Eterno Sol “que el Eterno Sol te ilumine, el amor te rodee y la luz pura interior, guíe tu camino” y canta 3 veces Sat Nam.